viernes, 31 de mayo de 2013

CASMA: NO TAN LEJANO OESTE. Autor.- Mirko Lauer. Diario "La Repùblica". Lima

CASMA: NO TAN LEJANO OESTE
Miércoles, 22 de mayo de 2013 |

 Autor: Mirko Lauer

Los sicarios, o pistolocos, como también son conocidos en Colombia ya son parte del paisaje criminal peruano. Corresponden a una división del trabajo donde un delincuente mata por encargo. Si bien la palabra evoca a un asesino profesional, las trayectorias de estos individuos no suelen ser largas. Son fácilmente capturados, y a veces incluso eliminados por quienes los contratan.
Es notorio que este tipo de criminal se encuentra en la parte más baja del crimen organizado. Realiza la tarea más expuesta, suele ser muy joven, incluso menor de edad, y las sumas que los capturados declaran haber recibido por su tarea sugieren una situación de pobreza. La actitud es totalmente amoral, con una cierta confianza en que saldrán bien librados del asesinato cometido.
Algunos incluso se solazan en la efímera notoriedad alcanzada. Otros, como los de esta semana en Casma, se cubren la cara como pueden, probable señal de que desean estar disponibles para futuras fechorías. En efecto, la atención de los medios o del público no los sigue por mucho tiempo, y no descartemos que algún sicario capturado haya podido luego retomar la actividad.
Detrás de esta actividad, relativamente nueva en el Perú, hay una cultura de la violencia cuyo cimiento está en la percepción de que la vida, la ajena y la propia, no vale nada. Es el espacio de las bandas centroamericanas, los carteles colombianos y mexicanos, y todo el sistema de narrativas a través de las cuales él se autoglorifica. Es esencialmente un mundo de psicosis y de estupor.
En verdad, asesinar por encargo es una de las profesiones más antiguas. Lo que en el Perú de estos años le da un sesgo particular es el vínculo con los negocios y la política, sobre todo en regiones que han accedido a formas de prosperidad. Luego está el telón de fondo de una creciente impunidad, en que ni la policía ni el sistema judicial, y para el caso tampoco la cobertura periodística, se dan abasto.
El caso de Casma es emblemático. El alcalde de la ciudad, un fiscal, un ex policía, un empresario minero, y ahora un comerciante, son parte de la luctuosa lista de estos últimos meses. No sorprende que medio millar de personas haya producido destrozos en la comisaría local, en un intento de linchamiento de los sicarios capturados.
El nuevo alcalde y la policía se declaran desbordados por la situación. Lo cual probablemente incluye la falta de una investigación suficiente sobre quién o quiénes han puesto en marcha este ciclo de asesinatos. Mientras tanto las bandas de jóvenes maleantes, las canteras del sicariato, protagonizan enfrentamientos en las calles.


(Diario La República)

miércoles, 29 de mayo de 2013

"ALGO NUEVO". Poesìa. Autor: Leòn Chuyus Yems

ALGO NUEVO



Algo nuevo, diferente soñé al tratar de respirar tu aliento.
Nuevas fuerzas. Nuevas metas. Un mundo entero  para caminar.
Siento el aire tan dulce soplando  hacia mí.
Algo fresco, remanso de Paz que nunca sentí.

Es una vida nueva que no conocí.
Un amor que crece muy fuerte  por ti.
Lo que tanto tiempo busque.
He  empezado a vivir y traigo primaveras para ti.

Puedo ver en las personas  tu imagen y tu amor,
Puedo ver  en todas partes  tu rostro en mí caminar.
Vuelvo a verte a mi lado otra vez.
Tus palabras penetran todo mi ser.

Algo nuevo hay en mí, he empezado a vivir
Porque estas junto a mí.
Sé que a tu lado seré  feliz.
Tengo una vida entera para poderte amar.





AUTOR: LEÓN CHUYUS YEMS


jueves, 23 de mayo de 2013

ALBERTO COVEÑAS EN EL RECUERDO. Informe del Diario "La Repùblica"



EN CASMA, LA "VIDA NO VALE NADA"






El sicariato golpea a Casma con 17 crímenes en tres años
Domingo, 26 de mayo de 2013
Alcaldes, un fiscal, un periodista, dos mineros, un estudiante y hasta agricultores han muerto a manos de los delincuentes que actúan por encargo. La población está atemorizada. Empresarios y comerciantes son extorsionados.

Óscar Chumpitaz C. 
Enviado especial a Casma
Vivir encerrado no es una opción sino una medida de seguridad y protección. Salir a la calle encomendándose a Dios, más que una costumbre religiosa, es un acto de esperanza. La incertidumbre de regresar a casa es la constante del día... Y es que la población se encuentra sumida en una neblina de zozobra debido al alto índice de criminalidad que golpea a Casma, la ciudad del ‘eterno sol’.
El sicariato ha cobrado 17 muertes en los últimos tres años. Solo uno de estos casos ha sido esclarecido por la Policía. Las extorsiones y los robos se suceden uno tras otroy muchos empresarios y comerciantes han empezado a emigrar.
Luego del asesinato del comerciante Alberto Coveñas Sernaqué los pobladores caminan con temor, sobre todo en el AH Juan Pablo II.
El conductor de un auto sabe que detenerse en un semáforo –a ciertas horas– es un riesgo que ni él ni nadie quisiera correr. El simple hecho de subir a un mototaxi genera angustia.
ORO Y SICARIATO
Jesús Alcalde, de 75 años, recuerda que, en sus tiempos mozos, Casma no era así. “Uno escuchaba que los delitos comunes eran el robo de ganado y riñas callejeras. Las personas morían de viejitas o por enfermedad, no a manos del hampa como ocurre hoy, porque el delincuente no se conforma solo con robar o extorsionar sino además mata a sangre fría”.
Casma, por su condición de tránsito hacia el norte del país, es epicentro de innumerables delitos que derivan de la explotación informal del oro.
Los cazafortuna se han visto precisados a contratar ‘chalecos’ (personal de seguridad), que no son otros que avezados delincuentes. 
Cuando no tienen dinero vienen a la ciudad y exigen cupos. Si no pagas te amenazan o te matan. También ofrecen sus servicios para cometer crímenes por encargo”, explica el alcalde de esa provincia, Rommel Meza Cerna.
Recuerda que hace tres años, con el hallazgo de una veta de oro en el cerro El Dorado, en la comunidad de Huanchuy, distrito de Buenavista, empezó a asomar lo que les quitaría el sueño a cientos de familias en Casma: el sicariato. 
EL CRIMEN DE 'LITO'
Cristina Olivera tenía 22 años de casada cuando asesinaron a su esposo José ‘Lito’ Montalván Macedo, entonces alcalde provincial de Casma. Hoy Cristina habla en forma lenta, suspira y da la sensación de transmitir paz. Pero ella sabe y siente que su procesión va por dentro.
Todo cambió para ella cuando la tragedia sacudió su vida el 9 de diciembre del 2012. Ese día, recuerda con dolor, mataron a su esposo. 
Impulsada por buscar justicia, asegura que su lucha por esclarecer el crimen continúa. Pero teme lo peor: que la causa prescriba y entonces quede en el olvido.
‘Lito’ había sido alcalde, dos periodos, en Comandante Noel, uno de los 4 distritos de Casma. El año pasado se desempeñaba como burgomaestre provincial y se perfilaba como un potencial candidato para el gobierno regional.
¿POR QUÉ LO MATARON?
“¿Por qué silenciaron a mi esposo?, ¿a quién le convenía su muerte?, ¿quién se benefició?”, se pregunta Cristina. “A veces pienso que es gente de su entorno”, insiste. Sus ojos se llenan de lágrimas.
Cristina afirma que ‘Lito’ recibía constantes amenazas de muerte desde marzo del año pasado. “Lo seguían, le enviaban mensajes, habían puesto precio a su cabeza”, agrega.
Sobre el asesinato se han tejido distintas hipótesis. 
Algunos refieren que se habría negado a recibir coimas por la construcción de obras; otros culpan al desmedido afán de poder de sus rivales políticos. No faltan quienes manifiestan que se trataría de un acto pasional.
Lo único cierto es que aquel domingo, a las 5 de la tarde, con cinco balazos le arrebataron la vida. 
“Estoy desamparada, no tengo ayuda de nadie, a los dos policías que me pusieron como seguridad los he despedido porque no tengo dinero para darles de comer. Tengo tres hijos a quienes educo y he tenido que sacarlos de Casma, por temor. Esto es muy triste”,  manifiesta y rompe en llanto.
MUERTES SIN RESOLVER
“De los 17 crímenes cometidos por sicarios en los últimos tres años, solo uno ha sido resuelto”, afirma el presidente del Frente de Defensa y Desarrollo de los Intereses de Casma, Víctor Castillo Huamán.
Se trata del homicidio del comerciante Alberto Coveñas, perpetrado el lunes último y que motivó el levantamiento de la población.
La primera autoridad política víctima del sicariato fue José Luis Sánchez Milla, entonces  presidente regional accesitario. Murió atacado a balazos el 12 de julio del 2010. 
En ese mismo mes murió acribillado Roberto Torres Blas, hijo político de Ezequiel Nolasco, consejero regional y objetivo del atentado.
Pocas semanas después, Rubén Moreno ‘Goro’, principal sospechoso del crimen, fue eliminado misteriosamente.
SILENCIAN A PERIODISTA
El 17 de setiembre del 2011, el periodista Pedro Flores Silva fue acribillado cuando retornaba a su casa tras cubrir información sobre la vacancia del alcalde del pobladoComandante Noel.
“Mi hijo era un periodista enérgico, polémico, no hacía amigos en su profesión”, dice su madre, Rosa Silva Romero.
“Es un tema político, lo amenazaban, le advertían que sus denuncias eran picantes’, pero él cumplía con su misión de informar”, refiere su hermano Walter.
Pedro estaba casado con la profesora Mercedes Cueva. “Van casi dos años, la investigación se está dilatando. Hasta ahora no hay culpables, se están olvidando de hacer justicia”, sostiene la viuda.
El periodista venía investigando y denunciando en los programas que conducía una serie de actos de corrupción en su comunidad.
Otro alcalde y un fiscal
Seis meses después, los sicarios asesinaron al alcalde de Huarmey, Pedro Tapia, y 40 días más tarde victimaron al fiscal de Casma, Luis Sánchez Colonia, quien realizaba investigaciones sobre narcotráfico.
Un caso que indignó a la población de Casma fue el del estudiante Luis Alberto Sagaceta Araníbar, de 19 años, ocurrido el 26 de febrero del 2010. 
Él y su amigo Marco Cuéllar Coral fueron acribillados por sicarios en moto. Sus padres Alberto y Felicita consideran que hubo una confusión. Lo alarmante del caso es que el fiscal Edwin Villanueva ha ordenado no formalizar ni continuar con la investigación del asesinato.
La lista de víctimas sigue: Pedro Atanacio Cutamanca (75) fue asesinado en Buenavista Alta el 21 de junio del 2010;  Luis Gerardo Yerbasanta Congo (33), en Buenavista Alta el 21 de marzo del 2011; Walter Manuel Meza Rivera (41), en Casma, el 28 de julio de ese año; Juan Vitoriano Congo Cotrina (50), minero de Huanchuy, fue asesinado el 16 de febrero del 2012.
El grifero Carlos Javier Chavesta Bernal (41) fue acribillado el 5 de febrero de este año; el agricultor Amílcar Augusto Jaimes Barrera (58) en Buenavista el 14 de febrero del 2013; Rosalio Paulino Flores Rivera (42), el 6 de abril; y el minero Juan Hugo Huincho Jiménez (42), el 30 de abril. 
INVESTIGAN A CUÑADA
La muerte de Juan Rafael Flores de la Cruz  ‘Policio’ ocurrida el 18 de mayo, y la del comerciante Fidel Alberto Coveñas Sernaqué, dos días después, enardecieron a la población casmeña que salió a las calles a protestar.
El último caso es el único resuelto por la Policía. Los sicarios capturados Henry Mayorga Aguilar y Luis Javier Silva Aliaga han acusado a Nelly Ruiz Ávila, cuñada de la víctima, de ser autora intelectual del crimen. 
“Tengo una justicia a medias, porque el resto de los cómplices están identificados y no se hace nada para que no quede impune”, dice su viuda, Gloria Castromonte de Coveñas. 
“El tema es que siento que no podré seguir trabajando por los derechos de las víctimas si no completo la lucha por mi esposo”, reconoce. 
“El trabajo para transitar el difícil camino de conseguir justicia es mi razón para seguir viviendo”, concluye Gloria.
CRECEN LAS EXTORSIONES
A esas tragedias ahora se suma la presión de extorsionadores y bandas criminales de Los Norteños y Los Trujillanos, que exigen ‘cupos’ o ‘vacunas’. “Lo hacen a los mineros informales y cuando no tienen dinero bajan a la ciudad y exigen dinero a empresarios y comerciantes”, afirma el alcalde Rommel Meza.
Algunos cedieron y otros se marcharon de la ciudad. 
Los esposos Fredy Casas y Dagnar Gelgis, dueños de un minimarket, tuvieron que salir de Casma. Ellos pagaban mensualmente cupos pero últimamente les exigían el doble.
A inicios de este mes hicieron estallar un explosivo en la casa de la familia Murga Herrera. El empresario Isidro Quito Chun también ha sido víctima de extorsionadores.
Una empresaria hotelera asegura que esas presiones son el pan de cada día. “Basta con echarles una miradita a los hombres que bajan en moto desde Huanchuy”
GENERAL EN EL LABERINTO
Es tal la tensión que las autoridades policiales no se atreven a poner un pie en las minas del cerro El Dorado por temor a ser linchados. 
“Se mantienen a la defensiva y la simple presencia nuestra los exalta”, explica un agente. Sin duda, el problema ha crecido y la solución requerirá mucho más que un grupo de refuerzos policiales. 
Pese a toda la problemática, los altos mandos policiales de la zona tratan el tema con indiferencia.
El general Ramón Ramos Talledo, jefe de la Región Policial Norte, ha manifestado que no es necesario declarar a Casma en estado de emergencia debido a que los sicariatos en esa ciudad "no son suficientes para tomar esa medida".
"Son solo dos casos", indicó ante la sorpresa de los periodistas y sobre todo de la población.
Advierten a ministro
El presidente del Frente de Defensa y Desarrollo de los Intereses de Casma,Víctor Castillo, sostiene que esta provincia debería ser declarada en emergencia.
"Es una provincia con casi 60 mil habitantes y solo cuenta con una comisaría. El ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, ha prometido venir el 4 de junio; si no cumple su promesa el pueblo se va a levantar en protesta", advirtió.

(Diario La República)

jueves, 16 de mayo de 2013

CÒMO ENFRENTAR LA VIDA DESPUÉS DEL DOLOR. (TESTIMONIO) DE RAÙL CORNEJO ROBLES


CÓMO  ENFRENTAR LA VIDA DESPUÉS 

 DEL DOLOR

(Testimonio)



Tengo 28 años y hasta los 26 creía que todo era perfecto en mi vida, a finales del año 2011 mi padre enfermó, y después cuatro meses el Señor se lo llevó con él. Con la ayuda de Dios y de mi familia pude seguir adelante, no saben cómo extraño a mi viejo.
Después de un tiempo de fallecido mi padre comenzamos con mi enamorada Katy una relación maravillosa y el señor nos regaló lo más hermoso y sublime que es “el amor que todo lo puede ”todo era perfecto", reíamos casi siempre, pensábamos en el futuro e hicimos una promesa de estar siempre juntos.

A mi edad me sentí realizado, completo. Katy mi enamorada era la mujer perfecta, cristiana, dulce, delicada y excelente como persona. Teníamos mil proyectos entre ellos era  casarnos tener hijos y así alegrarnos la vida, pero realmente no sabía lo que más adelante vendría a mi vida.

Soy chef de profesión y ella me seguía los pasos para ser igual o mejor que yo. Hasta que un 14 de mayo a dos días de nuestro aniversario en una discusión fuerte Katy decidió dejarlo y renunciar a todo. Se me salió el alma del cuerpo, para mí la vida no tenía sentido, en los días posteriores comencé a desarrollar un resentimiento en contra de Dios. Volví a transitar esos lugares que tanto me hacía recordar a ella, esto fue demasiado para mí. Tantas promesas aquellos vídeos que estaban sin editar imagínense tal desprendimiento no era digerible por cualquier lado que lo miraras, la angustia, la impotencia y la lamentación se apoderaron de mí, no Salí de mi habitación por varios días, recorría mi casa como un fantasma pasaba largas horas mirando nuestra fotos, hasta que entre en una depresión que me mantuvo encerrado por días, por necesidad económica volví a trabajar, pero el problema de la depresión y el sufrimiento continuaba en mí.

Un día cuando regresaba del trabajo decidí quitarme la vida porque ya no soportaba más, aun siendo cristiano no entendía nada de la vida y sentía la muerte mucho más familiar, cuando me pare a orillas de la pista para quitarme la vida, sentí un frío y alguien que me decía que no lo haga pero no había nadie pero si sentí su presencia de Jesús y me acorde de unas de las tantas canciones que le he dedicado a él. Desistí de lo estaba haciendo y luego de ese momento me sentí diferente còmo si me hubieran echado un baldazo de agua fría que me hizo reaccionar. La esperanza de volver a encontrarme con mi viejo volvió a mi corazón aùn lo extraño, es parte de mi vida y lo llevo en mi corazón.
Empiezo una nueva vida con Jesús y sigo confiado en que el Señor pronto me dará una salida total a mi angustia.


Autor: Raùl Cornejo Robles.

AUXILIARES DE EDUCACIÓN ORGANIZAN ENCUENTRO NACIONAL EN LIMA


AUXILIARES DE EDUCACIÓN ORGANIZAN ENCUENTRO NACIONAL EN LIMA




Los Auxiliares de Educación de las Instituciones Educativas públicas del Perú se organizan. Para el próximo 07 de junio han programado su PRIMER ENCUENTRO NACIONAL en Lima y que congregará a los docentes auxiliares de todas las regiones del país y se  llevará a cabo en el Auditorio José Faustino Sánchez Carrión del Congreso de la República sito en Jr. Azángaro 468.

El evento lo organiza la Asociación de Auxiliares de Educación de Ancash que preside Luis Alarcón Llana y han sido invitados el Presidente de la República,  la Ministra de Educación y los Vice Ministros del ramo, además de los Congresistas que integran la Comisión de Educación del Congreso,  entre otras autoridades.
Según Luis Alarcón,  se busca unificar a todos los Auxiliares en un solo gremio nacional representativo  con el objetivo  de velar  por sus derechos laborales  y que actualmente son vulnerados con la ley de reforma magisterial, la misma que los discrimina como docentes.
Al respecto, los organizadores han empezado una intensa campaña de difusión en todas las sedes de las Direcciones Regionales de Educación y UGEL del país.
Cabe precisar, que es la primera vez en el Perú se desarrollará un congreso de esta naturaleza en la capital de la república, los interesados podrán inscribirse a través del E-mail: asociacionauxiliaresdeeducacion@hotmail.com o también mediante el Facebook  www.facebook.com/auxiliaresdecasma, y por medio de las líneas telefónicas móviles: 975739296-RPM. 
N°#975739296.

ORGANIZAN FEDERACIÓN NACIONAL

“Hoy más que nunca debemos estar unidos porque con la Ley de la Reforma Magisterial y su reglamentación que se viene, se nos margina olímpicamente, prácticamente, somos relegados. No somos considerados personal docente, recortan nuestro derecho a la reubicación a plaza docente y nuestras remuneraciones ya que el 30% de nuestros haberes que percibimos desde el año 2003 mediante D.S. N°065-2003 –EF y sus ampliatorias, se perciben como  asignaciones especiales por labor pedagógica efectiva “, argumentó el dirigente ancashino.

Además, dejó entrever que de acuerdo a la coyuntura actual por la que atraviesan estos trabajadores  se hace  necesario formar una propia Federación  Nacional sólida y así obtener mayor atención del Estado. Para ello, gremios de Arequipa y Lambayeque coordinan este trabajo  .Indicó, se calcula alrededor de 20 mil Auxiliares de Educación en todo el país.

“No es posible que un Auxiliar de educación, que  hoy por hoy, es un Profesor con Título Profesional, que cuenta con grados de maestría y doctorado inclusive, perciba menos de mil nuevos soles como sueldo, mientras que un personal de servicio del mismo sector  goza una remuneración que asciende a mil 250 soles, gracias al trabajo organizado de su gremio”, acotó Alarcón.

“Siempre los Auxiliares de educación hemos estado afiliado dentro del SUTEP, pero, con la derogatoria del Ley del Profesorado Leyes 24029 y 25212 y ahora con la nueva Ley de la Reforma Magisterial Nº 29944, sólo defenderá a los maestros que estarán en la carrera magisterial porque nosotros somos excluidos por el actual gobierno. Por lo tanto, es necesario formar nuestra propia federación Nacional para tener  más fuerza y obtener mayor atención a nuestros  reclamos. Hoy más que nunca debemos estar unidos“, puntualizó el dirigente.








miércoles, 15 de mayo de 2013

INVITACIÒN A PRESENTACIÒN DEL LIBRO: LA LEYENDA DEL CERRO MANCHAN"




GRAN ACTO CULTURAL

“TODAS LAS VOCES II”
Presentaciòn Del  Libro:
LA LEYENDA DEL CERRO MANCHAN”


Del Autor casmeño: Lucas Espinoza
Recital poético,y presentación de  plaquetas
DÌA: Viernes 31 de mayo – hora: 8.00 p.m.
LOCAL: Auditorio del Palacio Municipal
AUSPICIA: Municipalidad Provincial de Casma.

INGRESO LIBRE

"LA LEYENDA DEL CERRO MANCHAN". Autor: Lucas Espinoza Laveriano.


"LA LEYENDA DEL CERRO MANCHAN"

Autor: Lucas Espinoza Laveriano


LA LEYENDA DEL CERRO MANCHAN

Por la carretera de la costa, dentro de un panorama por demás impresionante, el ómnibus se desplaza raudamente en busca de su destino. Por el espejo retrovisor observo el montaje plateado del vehículo que refleja brillos intermitentes, como si bañara de arenas relucientes todo su recorrido. El clima caluroso y sofocante, deja impregnado cada célula de mi cuerpo, a ratos, como si tratara de asfixiarme. El sol, en su máxima altura, se yergue majestuoso en un cielo azul pálido en toda su extensión. Y, en ambos lados de la carretera el desierto inhóspito y estéril, con los ondulantes perfiles de los cerros grises, reviven en mi mente mi juventud ya pasada, en un recuerdo desolador del ayer y el presente.
Que alegría llega a mí al ver el paisaje y observar kilómetros más kilómetros de desierto y porque, también, he dejado atrás el clima frígido y húmedo de la capital, Lima: Saturada con una población de toda condición social. De todo el país emigran a Lima, gente pobre en su mayoría; miles y miles llegan en un viaje sin retorno, de una esperanza a un fin de riqueza realizable, por existir un movimiento económico de primer orden que impera en la capital.

En el llano, el ómnibus acelera su velocidad, produciendo sordos rugidos y, enseguida, bajando varios desniveles, aparece el hermoso valle, salpicando de frondosos árboles y, justamente, a algunos centenares de metros, alcanzo a ver el puente Carrizal al que nos vamos aproximando. Al llegar a la altura del puente, observo el paso del río Casma, dibujada en forma de una línea ondulada, cristalina y brillante, por su bajo caudal. Y en ambas riberas del rio, tupidas vegetaciones, colmadas de verdor, desaparecen juntamente con el rio al pie de un cerro. Luego, pasando el puente, a un centenar de metros, virando una curva cerrada, al lado izquierdo de la carretera, se levanta imponente el gran “Manchan”, cerro de arena, que se va extendiendo en línea paralela con la carretera y con la ciudad de Casma. De él se trata en estas páginas.
Han trascurrido, muchos años y por eso la fecha se pierde entre las tinieblas de mi memoria. Entonces la vida rutinaria en el pequeño pueblo era muy diferente a la actualidad, pues uno de los sucesos más notables era que la palabra de un hombre tenía un valor positivo y creíble en la sociedad. Y, sin ninguna duda, un anciano era el personaje excepcional en la comunidad, siendo por ello: Estimado, respetado y venerado. Todo eso pasó, desaparecieron con la vorágine tormentosa del tiempo; pero, en el corazón y en el pensamiento de cada uno de nosotros, siempre esperaremos con vehemencia que regrese esa vida de respeto y sinceridad.

¡Dale todo lo que pida – dijo la curandera - ¡Ah, caray… ya que importa! – volvió a decir. Esa voz resuena en mis oídos como un eco lejano, borroneado por el tiempo, pero el torbellino del recuerdo lo trae a raudales y, entonces, con una gran pena, que llega hasta lo más profundo de mi corazón, evoco mi niñez.
El sol había recorrido las tres cuartas partes de su curso diario y sus rayos de luz cortaban con muchos segmentos verticales el interior semioscuro de la choza, construida con caña y barro. Rendijas por todos lados se veía y por el exterior, trozos de tierra endurecida estaban esparcidas alrededor. Cerca, en un árbol de ciruelos, pajarillos de varias especies, gorjeaban anunciando el final de la tarde; y, a lo lejos, se escuchaba el cantar monótono de varios gallos que se iban repitiendo hasta apagarse en la lejanía. Asimismo, en el corral, el perro que estaba amarrado, empezó a aullar, como un signo de mal agüero; y su voz, lastimera y lúgubre, me hizo estremecer.

Dentro de la choza, ella se hallaba sentada en el centro de la cama y su cuerpo magro y desmadejado me inspiro lastima. Su rostro hallábase cubierto de sudor, notándose más acentuado en la frente. Era evidente que tenía fiebre. Su pelo negro estaba trenzado y vuelto hacia atrás. Desde los pies hasta la cintura estaba abrigada con una frazada raída y descolorida. No llegaba ni siquiera a los treinta años de edad y ya la vida se le iba apagando entre lamentos y sollozos de sus familiares. Una de esas personas era mi padre, notándose la nostalgia y el insomnio en su rostro; estaba más allá, de pies, lavándose las manos en un lavadero de cemento. Ese recuerdo permanece en mí como una luz brillante, pues los rayos del sol le llegaban en diagonal sobre su rostro. Su indumentaria era sencilla, una tosca camisa gris y pantalones más oscuros todavía, que coincidían con la correa del mismo color.

-       ¿Dónde están mis hijos?, quiero despedirme de ellos – dijo la enferma con una voz apagada; pero, sin embargo, su expresión era firme y decidida. Fue en ese instante que se le acerco una mujer y le dirigió unas palabras al oído, que hicieron que ella le respondiera del mismo modo.

Solamente fueron minutos cuando la misma mujer se acercó y le alcanzo un vaso con un líquido ambarino, que la enferma lo bebió a grandes sorbos. Entonces fue allí que me percate que su mirar no coincidía con el movimiento de sus manos y que no había observado nuestra presencia, a pesar que estábamos en la misma habitación y a pocos metros de su cama.
Luego se acercaron a ella, mi hermano mayor de trece años de edad y mi hermana de diez, quienes se desataron en inconsolable llanto. Sin duda, no podían creer por qué el destino inmutable les estaba arrebatando al ser que más les amaba y en sus mentes tenían la completa persuasión que jamás la verían. Del llanto al acto, a ratos se enjugaban las lágrimas con el dorso de la mano.

Yo estaba alejado varios pasos de ellos; como petrificado observaba la escena y mi rostro se mantenía impertérrito pues, evidentemente, la tristeza y el sufrimiento todavía no existían en mí. Cuando mis dos hermanos se hicieron a un lado para darme paso, pues me tocaba a mí, yo me acerque indeciso y confundido, como si se tratara de un suceso rutinario. Al intuir mi presencia, la mano de mi madre hizo un giro en el aire y, palpándome la poso levemente sobre mi cabeza e inclinándose me susurro al oído unas palabras apagadas: - ¡Cuidaras de tu hermano menor y no lo abandonaras!, ¡Me lo prometes! - ¡Si, te lo prometo, cuidare de él! – Le respondí – eres un buen hijo – me dijo y paso sus manos frías por mi cara. Era una caricia, sin duda la última. Fue allí que note que estaba totalmente ciega. Sus ojos se habían apagado antes que ella, estaban abiertos pero hallábase en una total oscuridad. Tal vez una fuerte infección interna estaba dando fin a su existencia. Yo tenía cinco años de edad y no razonaba acorde a las circunstancias.

-¡Dale lo que pida, que beba lo que desee! - Ah caray, ya que importa – dijo la curandera, una anciana de cuerpo flaco y encorvado y con muchas arrugas en su rostro severo. Su estentórea voz me despertó de mi ensimismamiento.
El tiempo siguió su curso sin fin y pasaron cuatro años. Era verano y el ambiente se presentaba extremadamente sofocante, pero los campos no se inmutaban y siguen irradiando su natural verdor. El sol, en lo alto, se mostraba inclemente en un cielo límpido de nubes y abajo, circundado por retazos de valle, el pequeño pueblo con sus casitas tabuladas semejaban un cuadro de Cezanne.

Eran raras las veces, en las vacaciones, que me reunida con mis amigos de infancia, pero ese día lo fue; algunos eran compañeros del colegio y nos dirigimos al rio. Rostros sonrientes y palabras ingenuas de niño, miradas encontradas de uno y otro, ropas viejas y raídas, pies descalzos en un suelo que abrasaba. Uno de ellos, de cuerpo enjuto y de cabeza cortada a cepillo, nos guiaba, ya que era el más habilidoso en las incursiones al rio.

Algarrobos, huarangos, sauces y otras especies de árboles se alineaban en los flancos del sendero al rio y los pajarillos como siempre, cantaban en las copas de los árboles en un piar y piar interminable; seguido, también, al unísono, por el cantar de la paloma de monte – Cuculí, cuculí – parecía decir, hasta que, por fin, el murmurante río apareció ante nuestros ojos con sus aguas cristalinas. En determinados lugares, el lecho del río estaba cubierto de cantos rodados que le daban al agua un color verde claro y en donde se guarecían infinidad de camarones, que proliferaban en el verano como resultado del aumento del caudal. Y, en las zonas donde solamente existía arena, el agua era transparente y cristalina. La vegetación circundante, en su mayor parte, estaba matizada de verde, desde el más oscuro hasta el más claro y el suelo se cubría de una tupida gramínea que estaba esparcida por doquier, creando un paisaje singular.
Siempre, acompañados del piar de las avecillas, nos sentamos a la orilla del río a descansar, formando un círculo, cuando intempestivamente, del cerro Manchàn llegó a nuestros oídos un ruido silbante y monótono que luego fue variando de tono semejante al tañido de campanas. Esta paradoja se iniciaba al llegar las dos de la tarde, coincidentemente cuando arreciaba el viento procedente del mar. Siempre había sido así, desde que tuve uso de razón. Era incomprensible.

Después de breves momentos, ingresamos al río y nos separamos de a dos; pero, como éramos número impar, yo me quede solo y solo me aleje contra la corriente, seguida de la risa de mis compañeros que se iban – No te vayan a llevar los fantasmas – me dijo uno de ellos, hasta que sus voces fueron murmullos y se apagaron paulatinamente. Cazaba los camarones con destreza y los iba colocando en una bolsa que llevé especialmente para ello. Cuando me percate que había avanzado un largo trecho, un temor súbito apodérese de mí, seguido de un extraño escalofrío que inundo todo mi ser. Los arboles hacían caer sobre mi  sus sombras gigantescas y yo los imaginaba como monstruosas manos que trataban de cogerme; y, entonces, quise volver atrás para reunirme con mis amigos, pero como yo era muy valiente y tenaz, seguí avanzando.

El agua, poco profunda, me llegaba hasta las rodillas, lo cual se prestaba a mi labor, hasta que introduje la mano bajo una piedra y, sorpresivamente, emprendió la huida un camarón de gran tamaño. Raudamente se alejó, tratando de ocultarse en otras piedras; sin embargo, lo seguí por varios minutos, hasta que se introdujo bajo una piedra grande que estaba justamente en el centro de una pequeña represa de aguas más profundas, por lo que dudé en ingresar. La improvisada represa había sido construida con troncos y ramas de árboles, por los agricultores, con la finalidad de regar sus terrenos de cultivo y allí el agua era levemente azul y transparente, y una que otra piedra se veía en su interior.

Por segunda vez, sentí temor, debido al ambiente lúgubre y porque también soplaba un fuerte viento, volviéndose tenebroso el lugar y consecutivamente se extendió un largo silencio. Los pájaros dejaron de cantar y gorjear y, en el rìo, se escuchaba el leve golpe del aire contra el agua que dibujaba extrañas líneas en forma de ondas que no permitían observar el fondo de éste. Meditando me quedé un rato hasta que me zambullí resueltamente tras él e introduje la mano bajo la piedra, pero se escurrió entre mis dedos, sin embargo, en un segundo intento atrapé al camarón y fue allí que la enorme piedra cedió, aprisionándome una de mis manos y causándome, a la vez un dolor insoportable. Yo apelé a todas mis fuerzas para escapar de aquella trampa, pero todo esfuerzo fue inútil porque poco a poco me fui agotando y consecuentemente me comenzó a faltar el aire. Entonces mi rostro se contrajo de terror. Esporádicas burbujas entre un primer desvanecimiento estallaron en mi cerebro. Me estaba ahogando y mi muerte era inminente; pero, en un esfuerzo postrero, impulse con singular fuerza los pies para tratar de liberar mi mano, no obstante, empecé a perder el conocimiento y me hundí con mi agonía, ya vencido. Manos fuertes, como los de un gigante, me agarraron de los pies y, al notar aquel, que una de mis manos yacía aprisionada bajo la piedra, con uno de sus pies la removió desde su base y me deslizó en diagonal hasta sacarme fuera del agua, en vilo. Me sostuvo en el aire por breves instantes, como un pez cogido por un anzuelo, y enseguida se dirigió a la orilla. Hallàbame semidesvanecido y, como si llegara de lejos, escuché su voz. - ¡Mocoso del demonio! ¿Qué estabas haciendo allí? - ¿Un poco más y te ahogas! – me increpó. Ya calmado, prosiguió – Felizmente me percaté a tiempo. Dicen que este lugar está encantado y también aseguran que vagan los espíritus por la orilla, cercano al Manchàn, y señalando con su mano, me dijo: ¡Míralo!. El cerro de arena era gris y  desolado.

Luego me llevó sobre sus brazos y, alejándonos del río, me dejó sobre el suelo de gras tupido, que justamente estaba bajo la sombra de un enorme árbol de algarrobo. Instantes después me quito la ropa y la tendió sobre unos arbustos, y al notar que yo temblaba de frio me cubrió con un saco raído. Enseguida se retiró y reunió ramas y hojas, encendiendo al instante una fogata a la que introdujo varios choclos – frutos tiernos del maíz.



(Continua...)


El libro se encuentra en venta a S/ 10.00 c/ejemplar.
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martes, 14 de mayo de 2013

LA GUERRA DE LOS CUCHILLOS (Relato) Autor: Harold Agreda Leòn


LA GUERRA DE LOS CUCHILLOS
(Relato Porteño)

(A mi estimada amiga Sheila Rosales Díaz)

En el desembarcadero artesanal de nuestro hermoso distrito de Comandante Noel; la mayoría de las personas que vienen a trabajar de manera humilde viven fundamentalmente de la pesca artesanal aunque en nuestros días debemos de reconocer que el nivel de la pesca porteña ha bajado y en algunos casos es escasa la producción debido a varios factores como por ejemplo uno de ellos es la depredación de las mismas especies marinas que con el correr del tiempo se alejan a las zonas más alejadas de nuestro mar.
En la actualidad el desembarcadero se constituye como una área de trabajo para hombres y en especial para las mujeres del Puerto Casma, Barrio Piura, San Diego e incluso de la misma ciudad de Casma, todas esas personas son de condición humilde que a base de esfuerzo y sacrificio se ganan la vida con el sudor de su frente.

Las pejerreyeras porteñas  son mujeres que se dedican al proceso del codiciado y famoso pejerrey, la labor de ellas consiste en cortarle la cabeza y con una cucharita sacarles las vísceras y echarlas a la caja y luego los compradores con sus ayudantes se encargan de comprarlos y ponerlos en las canastillas que finalmente sean pesadas y llevadas al mercado.
Esta humilde labor donde mi persona forma parte, es simplemente fácil no es cosa de otro mundo; no hay horario fijo de entrada ni de salida todo depende del reparto que llega de la zona de pesca o en las horas que vienen las embarcaciones con su producto para después descargarlos en el muelle.      

Las mujeres para trabajar utilizan cualquier clase de cuchillo lo importante es que tenga buen filo como mis dientes, y de paso llevar una buena madera para trabajar con más facilidad.
En algunos casos fui testigo de cómo los “cochos” (pelícanos) incomodan a las propias pejerreyeras, estas grandes aves con su largo pico torcido logran en ocasiones apoderarse de varios peces lo que provoca la reacción de las mujeres que a golpes o a patada limpia logran espantar a las molestas aves, pero en el fondo los “cochos” solo lo hacen por necesidad, por el hambre que le apremia. Hay  que  analizar y comprender el  natural carácter de nuestra humanidad.

Recuerdo que  la temporada del año pasado los compradores a consecuencia de la  escasez del pejerrey tuvieron que bajar el precio inicial de 70 a 50 céntimos el kilo,  hecho que a pesar de ser comunicado no se logró llegar a ningún acuerdo lo que motivo que las pejerreyeras se volvieran a reunir y tildaron de traidores a los compañeros que incumplieron con su palabra y un día por la mañana reunidos desde el desembarcadero tomaron la firme decisión de exigirle  al resto del grupo de la parte baja que  respeten su compromiso, las mujeres enardecidas y eufóricas comenzaron a gritar y lanzar frases fuertes y en algunos casos con improperios y  bromas de mal gusto.

Nuestra amiga la señora Luces lideró esta  movilización desde el muelle hasta la parte baja y fue así como en medio de la cólera y la incertidumbre hicieron llegar su voz de protesta, y  en ese pequeño recorrido se lanzó a viva voz algunas conocidas arengas y este famoso lema:
“Arribas compañeros, palmas combativas”…
La cuestión es que las aguerridas mujeres llevaban cuchillos en sus bolsillos o en   sus manos; esta escena me recordó a las legendarias amazonas mujeres guerreras de  tiempos pasados que la historia peruana  registra en sus memorias.
Cuando ambos grupos se encontraron cara a cara con el otro grupo de la señora…. Rufina,  parecía el encuentro de “dos mundos” y en un momento  pensé que iba a arder “Troya” y desatar de paso la temida “guerra de los cuchillos”.
Gracias a Dios no pasó nada malo en  este incidente,  no provocó ninguna desgracia para mi alivio de todos,  los grupos de ambos bandos liderados por las señoras Luces y Rufina sólo  intercambiaron algunas palabras y de miradas fuertes, solo palabras que se las llevó el viento. Aquel encuentro de “dos mundos” diferentes,  apenas duró unos cuantos minutos y al final de este episodio porteño cada grupo tomó su propia decisión y decidieron llegar a un acuerdo pacífico,  es decir que cada persona sea responsable de sus actos y cumpla con su palabra. Al final  las mujeres se manifestaron satisfechas  y se marcharon cada uno por su lado y regresaron a sus humildes hogares para volver a rehacer sus labores cotidianas de cada día esperando encontrar un mejor porvenir para todas ellas.