miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA NOCHE DUERME Y LAS CASUARINAS ALETEAN. Autor: José Pinedo Pajuelo.


LA NOCHE DUERME Y LAS CASUARINAS 

ALETEAN



Al bucólico palpitar del viento y la sombra del plátano
en la conservación de su ambiente observa el indecible
movimiento de los ojos que dan al cuarto de los cuatro
costados de Las Mil y Una Noches de trotante imaginación.

La Noche Duerme Y Las Casuarinas Aletean
el grito del hombre cual pájaro de fuego en la senda de su vuelo
grita por el real derecho del niño y tú Gaviota De Seda
bella y esbelta atraviesas el África del hambre y el parque
azucarado de frutos por donde Va Mi Corazón A pie

La Noche Duerme Y Las Casuarinas Aletean
la palabra del poeta que para cantarte al pie de la medianoche
cuenta con la belleza de tu alada presencia y se puebla
con los sueños y suspiros de la gran vía por donde han ido
Ch. Baudelaire que vive entre fragancias de Las Flores Del Mal
V. Maiacovski que le escribía poemas a Lilita y cantaba
150.000.000 Son El Autor De Este Poema y P. Neruda que le dedicaba
Poemas De Amor a la amada colegiala de Temuco y tú Poesía 
luminosa de 15 años desde que la Luz se hizo en diciembre
con tus ojos de brasa alumbras todos los caminos de la tierra.



José Pinedo Pajuelo (Perú)



De: "El árbol que canta en tus ojos"


Nota:


«El árbol que canta en tus ojos» (2005) del poeta ancashino José Pinedo Pajuelo (Casma, 1935). No es un típico libro de poesía: acicalado, finito y de un poema por página, donde fácilmente se distinguen los más logrados versos. No, se trata de un libro con códigos de presentación y lectura diferentes; desde la portada se intuye el misterio y la fantasía de las páginas interiores, donde el lenguaje del artista aparece en sus versiones de pintura y poesía, porque José Pinedo es un poeta-pintor.










martes, 9 de septiembre de 2014

PÍA LEÓN: LA MUJER DETRÁS DEL MEJOR RESTAURANTE DEL PERÚ


PIA LEÓN:
La mujer detrás del mejor restaurante
del Perú.


Septiembre 02, 2014 05:11 PM

Por Gloria Ziegler

Pía León ha comenzado una rutina de ejercicios frenéticos con un personal trainer. Esa es la única manera que ha encontrado la jefa de cocina de Central para desconectarse, durante unas horas, de la presión que implica supervisar que todo el engranaje dentro de la cocina del mejor restaurante del Perú funcione a la perfección. Así, al menos por un rato, logra mantener la cabeza en blanco en medio de jornadas laborales de doce horas que luego siguen en su casa junto a su esposo, el chef Virgilio Martínez. “Es nuestra vida”, dice una mañana de agosto en la segunda planta del restaurante, en Miraflores, a solo unos metros del departamento donde viven hace un año. “Todo el tiempo estamos hablando de comida. Y me encanta porque aprendo de él. Un cocinero completo no solo tiene que saber de cocina y eso no te lo enseñan en una escuela”, explica.

Pía León es la jefa de cocina de Central, el mejor restaurante del año según la guía Summum.
La sous chef del restaurante ganador del Premio Summum 2014 a Mejor Restaurante y Mejor Cocina Peruana Contemporánea cree que las mujeres no pueden diferenciarse en la cocina. “Cuando viene una chica nueva a Central, siempre le digo ‘tú tienes que ser un hombre, tienes que trabajar como un hombre’. Claro, hay trabajos de fuerza, en los que ellos siempre van a poder un poquito más, pero nosotros no podemos dejar de marcar la diferencia si queremos superarnos”, dice. Para empezar a trabajar junto con el equipo fundador de Central, ella tuvo que demostrárselo a Virgilio Martínez, en una época en la cual el chef todavía tenía ciertos reparos con las mujeres dentro de la cocina.

Antes, Pía León había trabajado en el Hotel Ritz y en Astrid & Gastón, entre otros restaurantes peruanos, pero nada de eso pareció convencer al chef. “Me acuerdo de que al final de la entrevista me dijo que me iba a llamar, pero los días pasaban y nada”, cuenta. Sin embargo, ella no se rindió: cada semana lo llamaba para ofrecerle ayuda en lo que necesite, y repetirle que quería trabajar con él. Insistió tanto que, un día, el cocinero le preguntó si quería ayudarlo a armar un especiero. Entonces, ella trabajó durante dos meses para armar, catalogar y etiquetar los doscientos pomos que hoy están distribuidos en tres anaqueles, ubicados en el segundo piso del restaurante. Fue una especie de prueba inicial de paciencia, pero de nuevo Pía resistió y, poco después, Virgilio Martínez la llamó para decirle que tenía el puesto en la sección de fríos.

Pía catalogó más de  200 especias, poco antes de trabajar  junto con Virgilio Martínez.

El estrés y la obsesión de Martínez con sus cocineros durante los primeros meses del restaurante son casi una leyenda. Pía aún recuerda que al inició la golpeó trabajar con tanta tensión. “Pero también vi que Virgilio era alguien que amaba lo que hacía. Y eso pasa muy pocas veces. Entonces, entendí que era el lugar donde debía quedarme”, cuenta. Poco después, cuando la municipalidad clausuró el restaurante porque los vecinos habían presentado una demanda en la que argumentaban que el restaurante estaba ubicado en una calle residencial, Virgilio Martínez organizó una reunión con su equipo de trabajo. Allí, les explicó que entendía la incertidumbre que tenían, pero necesitaba saber quiénes podrían esperarlo hasta reabrir. Pía sería una de ellas.

Fueron meses atípicos en los cuales los cocineros tenían tiempo libre. “Un día empezamos a salir de la nada –cuenta ella–. Y de golpe me dijo que Central iba a reabrir”. Iván Cadena, el chef colombiano que había sido el jefe de cocina hasta la clausura, había abandonado el proyecto. Y Martínez, entonces, ya confiaba en que el carácter de Pía sería capaz de armonizar la cocina.

Desde que se convirtió en la sous chef de Central, tuvo que aprender a dirigir a las personas que habían trabajado con ella desde el inicio. “Era complicado pues todos son mis amigos, pero felizmente lo supimos manejar y siempre dejamos las cosas claras porque tampoco había nada que esconder”. Su premisa, desde entonces, ha sido que las sesenta personas que trabajan en Central se diviertan. La cocinera sabe que el trabajo en cocina y salón es rutinario, pero intenta alentarlos.


        "Queremos divertirnos y que la gente se sienta bien, pero no trabajamos en función de un premio”. 
Por eso, es la encargada de organizar desayunos semanales. Esos días todos llegan un poco más temprano con alguna preparación que hicieron bajo la consigna del día. Otros días, organizan concursos: quién crea la mejor receta de pan, quién hace la mejor sal. Y llevan a un jurado imparcial hasta el restaurante para que elija al mejor. Desde hace dos años, cuando Pía León estuvo en Gerona haciendo prácticas en El Celler de Can Roca, también han comenzado a premiar al mejor del equipo de cada año con prácticas en el exterior. “Todos son mis amigos y creo que lo mejor es hablar con ellos. Les pregunto qué necesitan, qué les falta; y si no les sale, les enseño. Ahora a veces también hay que ser más duro. Si ya te he dicho las cosas diez veces y nada, a veces me toca gritar un poco”, intenta explicarse.

Hoy León dice que nadie le cree cuando asegura que se divierte trabajando con su esposo. El primer año fue diferente. Muchas veces después de una discusión Virgilio Martínez le gritó que se fuera de la cocina. Muchas, ella se fue llorando. Pero, con el tiempo, han aprendido a trabajar juntos y hoy funcionan como un engranaje perfecto. “La idea de Central es trabajar todos en equipo. Si falta uno, se queda incompleto. Este premio Summum es un reconocimiento a este trabajo y a la investigación, y queremos hacer las cosas un poquito mejor todos los días, pero tampoco trabajamos en función de un premio”, explica la chef que planea ser madre por primera vez el próximo año. “Ya es. La vida de un cocinero es muy dura. Nunca vamos a encontrar un momento ideal, pero es lo que hemos elegido. Por la tanto, nos vamos a tener que organizar y simplemente incluirlo a esto que es Central”, dice y sonríe mostrando unos dientes de niña. 

Fuente:

http://cosas.pe/cosas/reportajes/3579-pia-leon

Fotos de Gregory De Villiers. 




domingo, 7 de septiembre de 2014

LOMAS DE MONGÓN DE CASMA


Lomas de Mongón


La Loma de  Mongón (San Rafael), Provincia Casma, Departamento Ancash, Perú, se ubica aproximadamente entre los Km 352 – 365 de la carretera panamericana norte, entre los 9º 37’ LS y los 78º 43’ LO, y desde 80 m. hasta los 900 m. de elevación. Limita por el oeste con el litoral peruano, el sur y este con la carretera panamericana y por el norte con una cadena de pequeños cerros y así también con el río Casma.
Hermosa vista panorámica de Las Lomas de Mongón.

Esta loma, sirvió como un área de pastoreo por nuestros antepasados Moche y Chimú por las evidencias culturales encontradas. La formación loma presenta características de hermosas dunas, zonas rocosas y hondonadas donde todavía se encuentran arbolillos de «tara» o «taya».

El Prof. Pablo Guerrero con los alumnos de la I.E "César Vallejo" de Casma, visitaron
Las Lomas de Mongón.

Es un Ecosistema basado en la neblina, por lo que sólo hay verdor en los meses de invierno costero (Agosto a Octubre). Es una formación natural con una vegetación autóctona y fauna de notable importancia, lo cual le da especial significado científico y cultural. Las lomas son ecosistemas altamente estacionales propios del desierto de la costa, cuya principal fuente de humedad son las nieblas provenientes del océano. Generalmente soportan rigurosas condiciones de sequedad en verano y disfrutan de la humedad de las neblinas en invierno. Son ecosistemas altamente sensibles a la mano del hombre.

En este  lugar los antiguos casmeños llevaban a pastar su ganado en momentos de mayor estiaje en su propia Cuenca. En el video se muestra huellas de “surcos” en las laderas de los cerros lo que nos hace pensar en un probable desarrollo agrícola o quizás con otros fines que debe ser materia de investigación. Durante todo el recorrido nos topamos con especies animales propias de las lomas, como lo son los caracoles y una flor de una belleza inusual que le llamamos LA FLOR DE CASMA, pero ahora sabemos que su nombre científico es Haageocereus.


Haageocereus
Con nuestro guía, el Sr. Víctor López, ensayamos una explicación al excelente clima de Casma, esta es llamada la “Ciudad del eterno sol” por el calor agradable que en este lugar existe que le permite obtener productos agrícolas en temporadas diferentes a las que se presentan en otros lugares de nuestro país, por ejemplo el mango empieza a producirse a partir de febrero, cuando ha terminado la temporada en el norte, y probablemente en el mundo, eso le da oportunidades excelentes y unas ventanas de comercialización que deben ser aprovechadas. Es probable que la cadena de cerros que conforman Mongón actúe como una cortina termorreguladora del valle de Casma y le de esa característica particular a su clima.


Tala de árboles de tara en las Lomas de Mongón

El objetivo de este viaje fue llamar la atención sobre el deterioro que personas inescrupulosas vienen haciendo de estos espacios. En el tiempo que realizamos esta grabación los bosques de tara, que crecen de manera natural, venían siendo arrasados para convertirlos en carbón y venderlos a las pollerías y restaurantes de Casma. Por las averiguaciones realizadas en fechas últimas, esta situación no ha mejorado. También en la entrevista, el Sr. Víctor López señala las gestiones para declarar a este lugar con una zona de reserva ecológica.


Fotos de Pedro Torres Ángeles y Apolinar Monsalve Camones

fuente:
http://gsagua.com/principal/lomas-de-mongon/






viernes, 5 de septiembre de 2014

CUENTINA: EL LENGUADO LUMINOSO DE SECHÍN. AUTORA: PILAR BARRÓN TELLO

CUENTINA 


EL LENGUADO LUMINOSO DEL MAR 


DE SECHIN


Pilar Barrón Tello, escritora y cantautora  peruana.
El sacerdote guerrero del cerro de Sechín Alto, se levantó muy temprano y les ordenó a los pescadores que fueran a la playa a pescar porque el curaca quería comer pescado asado.

-Vayan a pescar y traigan tres lenguados grandes –el sacerdote-.
-si amo –respondió uno de los pescadores-.

Salió el grupo de pescadores rumbo a las playas y después de dos horas de pescar muchos pescados, incluyendo los tres lenguados, regresaron a la ciudadela de Sechín Alto y fueron ante el sacerdote. El pescador más viejo le dijo:
-Amo, aquí le traemos los tres lenguados que pidió-dijo el pescador-.
-déjenlos sobre la piedra y enciendan el fuego para cocinarlos –respondió el sacerdote-.
Los pescadores encendieron un fuego frotando dos palitos sobre la paja seca; el sacerdote incrustó los pescados con un palo puntiagudo y los puso sobre las brasas de fuego para que se cocinen. De pronto, una luz muy blanca iluminó a uno de los lenguados.

-¡Que es esto! -exclamó el sacerdote-
.
-soy el lenguado luminoso del mar de Sechín –habló el lenguado-.
-¿un lenguado que habla? –Preguntó uno de los pescadores-.
-es imposible, los pescados no hablan –afirmó el sacerdote-.
-yo sí puedo hablar –dijo el lenguado - ya vienen los tiempos de las grandes olas y deben pescar muchos pescados para salarlos y llevarlos con todo el pueblo a la Sierra, donde vivirán muchas generaciones hasta que se calmen las aguas del mar.
-no puedo llevar al pueblo a la Sierra solamente porque un pescado me lo dice, creerán que estoy loco –dijo el sacerdote-.

-debes creerme –contestó el lenguado luminoso-. Miles de años atrás, ustedes vivían en Huaynuná y les avisé que vendrían las grandes olas, los envié aquí a Sechín y vinieron a Sechín trayendo muchos pescados secos para comer durante años con todas sus familias, ahora deben ir más arriba, a la sierra, buena suerte.
La luz blanca se desvaneció y el lenguado desapareció. Los pescadores quedaron sorprendidos. 

-¿quién ha robado mi lenguado?–preguntó el sacerdote-.
-desapareció –dijo el pescador más viejo-.

-imposible, ustedes lo han robado y por mentirosos los voy a echar del pueblo, largo con todas sus familias–dijo molesto el sacerdote-.
El grupo de pescadores fueron a sus casas y prepararon rápidamente su partida de la ciudadela de Sechín, cargaron vasijas, mantas, palos, esteras, canastas y sogas. El pescador viejo les dijo a los demás pescadores:
-Vamos a obedecer al lenguado luminoso, debemos pescar mucho y salar los pescados y en unos días más nos vamos a la Sierra.
Cuando los pescadores y sus familias llegaron a la playa, el pescador más viejo dijo:

-vayan las mujeres a la salinera a traer bastante sal, siete pescadores vayan a Yaután a traer llamas para cargar los pescados secos, otros siete pescadores salgan a pescar, vayan, yo iré a Huanbacho a traer camotes –dijo el pescador más viejo-. 

Transcurrió una semana y todos pescaron y salaron cientos de pescados que lucían colgados secándose al sol. Al séptimo día, el pescador más viejo se dirigió a la nueva comunidad:

-Ya hemos pescado bastante, carguen las llamas con los pescados secos, los camotes y los pacaes, al medio día salimos rumbo a la sierra.
Fue así que el grupo de pescadores salieron de Sechín y se dirigieron hacia la Sierra. Llegaron a Buena Vista donde cargaron paltas, mangos y guanábanas y se dirigieron hacia Yaután donde cargaron mucho maní y maracuyás. 
-Ahora debemos agradecer a la Mamapaccha por tantas bendiciones –dijo el pescador más viejo-.

Todos los pescadores acompañados de sus familias, realizaron el pago a la tierra, presentando sus ofrendas que consistían en mangos, paltas, pacaes, maíz, chicha de maní, camotes, etc. Luego comieron y bebieron hasta el atardecer, todos sentados en círculo.

-¿Quién va a ser el jefe? –Preguntó un pescador al más viejo-
.
Una de las mujeres jóvenes se levantó y habló:
-desde ahora nuestro jefe será la Mamapaccha a quien escucharemos atentamente para saber vivir en armonía y en paz como era antiguamente, antes que lleguen los incas a dominarnos y tú serás nuestro sabio guía.
Todos aprobaron la idea con alegría. Armaron sus casas con esteras mientras las niñas y los niños jugaban felices entre los árboles. Pasaron muchos años hasta que el pescado salado se terminó y el sabio de la tribu dijo:
-Vamos a Sechín a buscar pescado.

Un grupo de pescadores entraron sigilosamente a Sechín pero observaron que no había nada, solamente conchas varadas por el mar y comprendieron que las grandes olas habían llegado a Sechín arrasándolo todo, sembríos, casa y gentes. Luego de pescar lo suficiente, regresaron a la sierra de Yaután donde vivieron muy felices hasta nuestros días.

FIN 
Autora:


Pilar Barrón Tello.


Escuchar tus canciones y leer tus poemas siempre han sido una delicia para mi
Gracias  por ser tu  amigo.











martes, 2 de septiembre de 2014

NUEVO KAKI: Un pueblo olvidado. Autor: Augusto Llosa Giraldo


NUEVO KAKI:

Un pueblo olvidado


La  incontrastable profundidad de nuestra cordillera Negra que la divisamos nosotros los casmeños desde la costa, esconde entre  sus vertientes, no solo quebradas desoladas, profundos abismos,  pequeños ríos,  sino también pequeños poblados, parcelas de terrenos de cultivo llenos de vida como su gente que la habita desde épocas inmemoriales.




Este es el caso del poblado denominado “Nuevo Kaki” ubicado en las estribaciones de la Cordillera Negra, que mira hacia el occidente. Pertenece a la Comunidad Campesina de Canchirao*(1), comprensión del distrito de Yaután,  Provincia de Casma. En este pequeño villorio de campesinos la vida diaria de su gente trascurre sin aspaviento, ni ataduras propias de la ciudad, consumen lo que cosechan, y su ligazón con Casma lo hacen a través de un trocha carrozable de malas condiciones de mantenimiento, cuyo viaje dura aproximadamente 8 horas. Se ingresa por el sector de Tomeke (Cachipampa).




Lo que no significa que las condiciones de vida de su gente sean las más adecuadas, por el contrario no cuentan con los servicios mínimos de salubridad (agua potable, alcantarillado), energía eléctrica. El centro educativo se encuentra en malas condiciones, y la implementación de los mismos deja mucho que desear en comparación con las instituciones educativas de la localidad. En estas condiciones precarias  trabajan nuestros maestros hombres y mujeres que se esmeran por educar a nuestros niños del llamado “Perú Profundo” cómo diría el maestro José María Arguedas.




Niños y niñas que estudian sin saber qué futuro les depara, con padres que jamás han salido más allá de sus fronteras que no conocen el Perú “oficial” y sus mundanos problemas diarios, que casi siempre han sido olvidados por las autoridades de turno, como en la actualidad.

Wilsón Cabrales Pacherres, maestro casmeño que trabajó en "Nuevo Kaki" me
relató la nota que escribo como un homenaje a los maestros.

Este es el caso de nuestro amigo: Wilson Cabrales Pacherres, joven maestro que me narró su experiencia laboral en “Nuevo Kaki”, que me permite escribir esta nota para mi blog, como un homenaje a los jóvenes maestros casmeños que entregan su vida a la noble causa de la educación en el Perú.


En la foto se puede observar  el difícil acceso de la trocha carrozable que une
a Nuevo Kaki con el sector de Tomeke.


*(1) “Nuevo Kaki”, forma parte de la Comunidad Campesina de Canchirao, cuya jurisdicción política en un 70% pertenece al Distrito de Quillo, Provincia de Yungay.