PATRIMONIO MUNDIAL DE
LA UNESCO
Unesco declara Patrimonio Mundial a Chankillo, el
complejo astronómico más antiguo de América
Ubicado en Perú, el sitio fue usado para hacer
observaciones entre los años 500 y 200 AC, según los registros históricos.
Recientemente ha sido amenazado por invasiones y cultivos ilegales
”¡Estamos muy contentos!”, fue la
primera reacción de la autoridad de Cultura de la región Ancash, Marcela
Olivas, luego de que la Unesco inscribió en la lista del
Patrimonio Mundial el complejo arqueológico y observatorio astronómico
Chankillo, un sitio ubicado en la provincia costera y desértica de Casma, a
unos 300 kilómetros al norte de Lima, que durante la pandemia fue afectado por
sembríos ilegales. De acuerdo a las investigaciones del arqueólogo Ivan Ghezzi,
el principal promotor de la inclusión de Chankillo en la lista del Patrimonio de la Humanidad, los antiguos
peruanos hicieron allí observaciones astronómicas hace 2.000 años y crearon el
complejo para venerar al sol, la principal deidad
Considerado el observatorio solar más
antiguo de América, Chankillo se suma a otros dos lugares reconocidos como
patrimonio mundial por Unesco en la región peruana de Ancash: el complejo
arqueológico Chavín (1985) y una zona del camino inca o Parque Huascarán
(2014), según informó Olivas.
El ministro de Cultura, Alejandro
Neyra, destacó este martes que esta declaratoria de Unesco convierte a la
provincia de Casma en “una zona con varios atractivos” que se pueden recorrer
en un día. Cerca del observatorio astronómico está Caral, la ciudad sagrada más
antigua del continente, también inscrita en la lista del patrimonio mundial en
2009, y en los alrededores también está el complejo arquitectónico de Sechín.
El complejo astronómico en Casma
consta de una serie de construcciones edificadas en un paisaje desértico y con
características naturales que en conjunto “funcionan como un calendario solar
perfecto, usando marcadores que permiten observar el desplazamiento del sol a
lo largo del horizonte durante todo el año”, detalla la ficha de Unesco.
El observatorio permite notar el
cambio de estaciones, los solsticios y equinoccios, lo que para el arqueólogo
Ghezzi es una nueva muestra de la “tecnología y creatividad” que poseían los
antiguos peruanos. El complejo está integrado por el llamado templo fortificado
que está rodeado por tres murallas en lo alto de una colina. Además, está el
observatorio y el espacio público ceremonial y las trece torres, señalizadoras
de la trayectoria solar en la cima de otra colina. Como indicador natural del
sitio astronómico está Cerro Mucho Malo, complementario a las torres.
Según las investigaciones de Ghezzi,
las mediciones de equinoccios, solsticios y cualquier fecha del año tenían un
margen de error de solo uno o dos días, sirviéndose del ciclo solar y un
horizonte artificial. La Unesco ha reconocido el complejo como una obra maestra
no solo de la astronomía, sino de la ingeniería y la arquitectura, ha dicho el
arqueólogo a Radioprogramas. “Chankillo fue la cuna de la
astronomía para medir el paso del sol”, ha asegurado. De acuerdo a un
comunicado del Ministerio de Cultura, Chankillo es uno de los dos lugares en el
mundo antiguo que han incorporado un calendario de horizonte solar completo.
Invasiones
y cultivos ilegales
Olivas, responsable de la Dirección
Desconcentrada de Cultura de Ancash, ha dicho a este diario que el
reconocimiento de Unesco servirá para pedir “más apoyo económico y generar
interés en el complejo arqueológico y el compromiso de la población de la
zona”, donde, además de cultivos ilegales, se han registrado “invasiones de
casas de esteras”. En mayo del año pasado, en plena pandemia, Ghezzi reportó
que agricultores invadieron la zona arqueológica, sembraron plantas de mango y
cavaron un pozo de agua de 15 metros de profundidad. En el Valle de Casma,
donde se localiza Chankillo,
Operan algunas empresas agroexportadoras del
país andino.
El Ministerio
de Cultura y la policía reaccionaron rápidamente para retirar los cultivos del
complejo, debido a que uno de los criterios que evalúa la Unesco para incluir
los sitios como Patrimonio Mundial es la capacidad de gestión del Estado y de
los ciudadanos de las zonas vecinas. El arqueólogo destacó entonces que la
población local le alertó de la invasión, y no las autoridades.
La funcionaria de Cultura de Ancash
explicó que las excavaciones que ha realizado Ghezzi en la última década para
proponer a Unesco el reconocimiento de Chankillo han sido financiadas por World
Monuments Fund, mientras que la Municipalidad de Casma pagó al equipo que
elaboró el plan de manejo del sitio arqueológico, integrado por geógrafos,
topógrafos y expertos en medio ambiente. La municipalidad también corre con los
gastos de guardias de seguridad, si bien no los considera suficientes. “El área
es muy grande y se necesita más apoyo para avanzar con el turismo en la zona”, ha precisado.