La nación Q'ero, “El ultimo ayllu de los incas”, es amenazada por la minería
La Nación Q'ero -un pueblo
andino que ha protegido su cultura durante siglos- es amenazada por la presencia
de minas cercanas y concesiones mineras en su suelo. Parte de sus tierras están
dentro del Área Clave de Biodiversidad Kosñipata, un bosque que enfrenta los
mismos problemas.
Escribe: Raul Mendoza.
La neblina y
la lluvia son una presencia permanente en Ccochamocco, anexo de Hatun Q'ero, a
más de 4 mil metros de altura. Hemos llegado hasta aquí después de un largo
viaje por carretera desde el Cusco. Media docena de montañas rodean el poblado
y entre ellas se destaca el Apu Huamanlipa, el más sagrado de los Q'ero,
vigilante, imponente y nevado. Aquí el viento es helado y el frío se mete por
debajo de la ropa
Fredy Flores Machaca tiene 26 años y es el presidente de las cinco comunidades
que conforman la Nación Q'ero: Japu, Quiko, Hatun Q’ero, Markachea y Q'ero
Totorani. "El problema que tenemos es el de las empresas mineras que
quieren instalarse por aquí", dice. A pesar de su juventud es consiente
del valor de su cultura milenaria y de los peligros que hoy amenazan a su
pueblo: la presencia de operaciones mineras cerca o dentro de su territorio.
En efecto, camino a las comunidades Q'ero ya se pueden ver algunos campamentos
mineros alejados de la carretera. Ocurre por ejemplo en Callacancha, a hora y
media de Ccochamocco. Unas barracas de calamina dan cuenta del trabajo
extractivo que se está realizando. A media hora de ahí, a la mitad de un cerro,
pueden verse también unas carpas de plástico azul y un socavón con material en
la entrada. No muy lejos de este lugar, unos bidones de combustible lucen
tirados en la carretera, en un desvío que lleva a otra mina.
Ataviado con su chullo tradicional, el unku -una especie de camisa sin mangas-,
una calzona -pantalón oscuro de lana de oveja que sólo llega a las rodillas-
poncho y ojotas, el presidente de los poblados Q'ero alerta sobre otro peligro:
se han otorgado concesiones mineras en su territorio. "Hay 16 titulados y
8 en trámite", dice mientras nos muestra una lista de las empresas que ya
tienen o han solicitado una concesión en tierras de los Q'ero.
La Nación Q'ero, declarada Patrimonio Cultural de la Nación, corre el peligro
de que se inicien operaciones mineras en su territorio y se destruya el valor
cultural que este tiene. Durante siglos se mantuvieron aislados de las grandes
ciudades y conservaron intacta su cultura, sus conocimientos y tradiciones, que
se remontan al imperio Incaico. La llegada de la minería podría desnaturalizar
sus costumbres, contaminar su medioambiente y alterar para siempre su forma de
vida.
"De qué sirve ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación si
pasa esto. Lo que queremos ahora es que se limpie el territorio de la Nación
Q'ero de concesiones", se lamenta Fredy Flores, el líder Q'ero. Dice que
si no son escuchados por las autoridades del Cusco, ya ha conversado con los
dirigentes Q'ero para viajar a Lima y pedir que no concesionen su
territorio."Si (las mineras) van a instalarse en nuestra nación, se va a
desaparecer nuestra cultura milenaria", advierte.
Los Q'ero son
comunidades que se mueven en tres pisos ecológicos. "De enero a junio
habitan en las yungas amazónicas (1,600 msnm) y se dedican a la tala de árboles
y cultivo de maíz; en julio se enfocan en la cosecha, y entre agosto y
diciembre regresan a la puna (4,200 msnm) para sembrar papa y esquilar sus
alpacas y ovejas", señala información recogida por la ONG Pronaturaleza.
Cultivan para su propio sustento y obtienen ingresos de la venta de fibra de
alpaca y de sus artesanías.
Fredy Flores explica que no tienen saneamiento básico, ni electricidad y las
carreteras no llegan a todas las comunidades Q'ero. Se sienten olvidados pero
tienen propuestas para desarrollarse sin minería de por medio: buscan apoyo de instituciones
para mejorar la fibra de sus alpacas, y aprovechar las aguas que atraviesasn
sus tierras para hacer piscigranjas. "Y abajo tenemos territorio para
mejorar el ganado. Hasta fruta podemos sembrar", dice. También han creado
una asociación para impulsar la visita de turistas.
En esta idea es secundado por Santos Samata, un joven Q'ero, nieto de un
altomisayok, que está construyendo el primer hospedaje para turistas en
Ccochamocco. "Serán tres casitas para que los visitantes se queden varios
días y vean nuestras costumbres", dice. La idea es que la Nación Q'ero se
haga cargo de la llegada de visitantes y obtenga ingresos por ello, como hacen
los pobladores de la isla de Taquile, o Amantani, en Puno. Sobre la minería
dice Santos: "Me da pena porque nosotros convivimos con la naturaleza, la
madre tierra, las montañas. La minería va a contaminar y va a cambiar a la
comunidad".

Área de protección
Una
gran porción del territorio donde se asientan las comunidades Q'ero también
forma parte de una zona conocida como "Área Clave de Biodiversidad (ACB)
Kosñipata-Carabaya", un sitio de 93,214 hectáreas ubicado entre los
departamentos de Cusco y Madre de Dios. Es un puente ecológico con alta
biodiversidad e inmensa riqueza cultural, situado entre el Parque Nacional del
Manu y la Reserva Comunal Amarakaeri. Contiene numerosas especies amenazadas.
"Estudios recientes realizados por Pronaturaleza, muestran que esta área
tiene entre sus principales amenazas la minería artesanal y la mediana minería
que viene creciendo aceleradamente en la parte altoandina y en terrenos de las
comunidades campesinas", señala el documento Análisis de Amenazas y
Oportunidades para la Conservación y el Desarrollo Sostenible del ACB
Kosñipata-Carabaya de Pronaturaleza.
Esta ACB oscila entre los 835 y los 4,354 msnm y abarca tres grandes zonas
geográficas: Puna; bosque de nubes o neblinas; y selva alta. Bajando de las
comunidades Q'ero, se puede llegar a los bosques nubosos en unas horas.
"Estos bosques son valiosos por la transición de Puna a Amazonía, por su
alta biodiversidad y porque tienen en gran cantidad el elemento más tangible
para la población, que es el agua", comenta Klaus Quicque, Coordinador del
'Proyecto Amazonía Sur Kosñipata-Carabaya'.
Toda esta
zona está en peligro. Si en la parte altoandina, territorio que incluye a los
Q'ero, la minería ya tiene buen tiempo; por la parte baja los mineros también
han empezado a avanzar hacia estos bosques. "Algunas actividades se están
aproximando a esta área. Por ahora no se proyecta una invasión masiva, pero si
consideramos que en el futuro estas actividades puedan representar una
amenaza", explica Quicque. La actividad minera podría contaminar las
cabeceras de agua y perjudicar a toda la población de la parte baja de la
amazonía.
"Dentro del espacio del ACB (Kosñipata) se han podido identificar hasta
cinco concesiones mineras. Y algunas más en trámite que son recientes y
explican las nuevas áreas de interés minero que se vienen abriendo en la zona,
especialmente por pequeños concesionarios", dice el citado documento de
Pronaturaleza. La principal amenaza para el Área Clave de Biodiversidad
Kosñipata es la minería aurífera. "Los mineros de los lavaderos de oro de
Huaypetue y otras áreas de Madre de Dios, debido a las interdicciones en la
zona, ya se están trasladando a Cusco", señala información recogida por
Pronaturaleza.
En la comunidad Q'ero por lo pronto tienen alternativas para mejorar su modo de
vida y obtener ingresos sin tener que apelar a la minería. Fredy Flores, líder
de la Nación Q'ero, solo espera ser escuchado. "Nos conocen en todo el
mundo, pero aquí no nos toman en cuenta", dice mientras Ccochamocco se vuelve
fantasmal bajo la neblina.
La llegada de la minería podría desnaturalizar sus costumbres y contaminar su
medioambiente. Las comunidades Q'ero forman parte de una zona conocida como
“Área Clave de Biodiversidad (ACB) Kosñipata”.