UNA
PEQUEÑA APRECIACION SOBRE
LA VIDA Y LA
MUERTE
El
autor de la novela: “La calle en el mar” del autor casmeño Eleazar Moreno, se
ha permitido escribir esta pequeña apreciación sobre su libro, tratando de
explicarnos las coincidencias y diferencias entre su novela y la reconocida
salsa de Rubén Blades: “Cuando llegara el día de mi suerte”…
"El día de mi suerte" y "La
calle en el mar", son dos temas que se parecen mucho, porque
en ambos hay dos voces narrando una misma historia. En la versión instrumental,
la voz lo domina todo, porque el cantante al hacerlo está tocando sus propias fibras
y solo el conoce las claves de su lamento.
Ambas proceden también de las mismas prosas rebeldes, las que en las calles se escriben a diario. Pero en el caso de "La calle en el mar" y de su personaje principal Martin, que también cree que algún día cambiara su suerte y no por que los astros lo digan o sucedan una conjunción de factores inesperados, sino porque el saldrá a buscarla desesperadamente, se halle donde esta se halle, bajo las piedras, en las arenas, por las oscuras esquinas y si no la puede hallar le dejara escrito una esquela en la que le dirá que ya no se le haga más la escurridiza que le muestre la puerta verdadera y no las falsas.
La calle es un lugar donde siempre salpica la sangre y cuando esta mancha con su complicidad es difícil borrársela. Martin hará el intento de sacársela, pero tendrá que enfrentase con los perros de presa que están sueltos y ya le han olido la sangre y esperan un descuido para saltar sobre su espalda. Pero Martín no es un perro que baje así nomás la cola, él es un mastín que no enseña en vano los dientes y sabe bien cuando acometer, cuando esperar, lo que no sabe es huir.
Pero no serán los arrebatos caninos lo que le hundan los dientes, será la
sediciosa incontinencia de la venganza de un sabueso perdedor que se llevara
por delante a Martín con la certera argumentación del plomo, solo por el
atrevimiento de Martín de derrotarlo y no solo le hizo a este bajar la cola
sino también le hizo hundir la cabeza en la arena y tuvo que convertir la vida
de Martín en el precio de su derrota.
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