LA
FUGA DE QUENQORO
Relato
Esa tarde jugaban un partido
de futbol en el patio de los presos
políticos, entre los internos de media Seguridad y los presos considerados
Independientes. El encuentro se tornaba intenso, ganaban los Independientes y
cuando el reloj marcaba las 4.20 minutos
de la tarde, de aquel domingo se escucha el estruendo dinamitazo que movió a todos los que
se encontraban en el Penal de Quenqoro y zonas aledañas. El contundente golpe seco
que produjo la explosión y luego los dinamitazos que ocasiono, llevó a decenas
de policías y del Inpe se movilizaran al lugar de los hechos. Los hombres del
Partido aparecieron sorpresivamente en la escena del hecho, corrían rápidamente
dispuestos a escapar por el forado que había ocasionado el volquete que minutos
antes había explotado, los policías corrían dispuestos a impedir la fuga, yo
que estaba mirando el partido de fulbito, corrí a avisar a los compañeros que
se encontraban en sus celdas, tome mi mochila y algunas cosas que salí
corriendo para sumarme a la fuga.
Todo fue rápido y logramos
escapar al lado de los integrantes de Sendero Luminoso, yo que pertenecía al
MRTA me camufle en uno de los grupos que se dirigían a las provincias aledañas,
como Puno, otros que se dirigían al Valle de Paucartambo. Estaban preparados los
que corrían subían a autos que se
encontraban esperando y que sabían que
escaparían por ese lugar. Subí a uno de los autos que raudamente nos llevo
hacia el cerro Pachatusan y por
allí comenzó la fuga de Quenqoro.
Comenzamos a trepar el
inmenso cerro que por uno de sus costados protege al Cusco. Los Senderistas
estaban preparados, y raudamente dejamos la ciudad. Nos alejamos y en la
floresta abrupta que cubría la zona se hizo la noche. Se escucha el sonido
cercano de helicópteros que pasan cerca de nosotros, nos escondimos, no nos
vieron. Los senderistas acamparon para
esperar a todos los compañeros y camaradas rezagados en la ruta, tuvimos que
tomar un descanso luego de caminar más
de dos horas, eran aproximadamente las 6.45 de la tarde.
Nuestra columna la
conformábamos 23 camaradas y compañeros que hicimos un alto en medio de una
huida inesperada. De este hecho el que dada la voz de mando era un senderista por nosotros poco conocido, allí
pude conocer que yo no encontraba solo, sino que había 03 compañeros mas que se
sumaron a ultima hora igual que yo. El camarada jefe de la columna dio la orden
que todos nos formábaramos de inmediato,
la tenue luz de la noche que se cernía sobre el lugar dejo ver que portaba una
pistola y varios de ellos también. Comenzó a preguntar si todos pertenecíamos
al Partido Comunista del Perú, dos de ellos dijeron que no, que eran
integrantes del MRTA, yo me quede callado, y cuando el jefe me increpo, le dije
que era simpatizante del Partido, no se convenció, dudo pero me favoreció a la postre:
-
¡Que salgan de inmediato de la fila y se
pongan a un costado, los que no pertenecen al Partido …¡¡¡
La orden fue cumplida de
inmediato y ordeno que avanzáramos mas adelante.
Nos movimos unos 10 metros mas adelante.
El se quedo con los 02 compañeros del MRTA, les dijo que la operación que
habían hecho y la oportunidad de gozar de la Libertad era por el Partido y les reitero por última vez, a qué partido
pertenecían, a los que los compañeros le
dijeron al MRTA. Esta decisión valiente molestó al Senderista por lo
que optó en retirarse, ordenando a un camarada senderista que procediera a
ultimarlos, de inmediato fue el camarada y de varios tiros en la cabeza los
cayo para siempre, los cuerpos cayeron, y arrastrados para sacarlos del medio del camino.
La noche se hizo más negra aun.
...
CONTINUARA....
(Es un Relato de hecho real sucedido en el Cusco, en el año 1,993.)
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