CÓMO ENFRENTAR LA VIDA DESPUÉS
DEL DOLOR
(Testimonio)
Tengo 28 años y hasta los 26 creía que todo era perfecto en mi vida, a finales del año 2011 mi padre enfermó, y después cuatro meses el Señor se lo llevó con él. Con la ayuda de Dios y de mi familia pude seguir adelante, no saben cómo extraño a mi viejo.
Después de un tiempo de fallecido mi padre comenzamos con mi enamorada Katy una relación maravillosa y el señor nos regaló lo más hermoso y sublime que es “el amor que todo lo puede ”todo era perfecto", reíamos casi siempre, pensábamos en el futuro e hicimos una promesa de estar siempre juntos.
A mi edad me sentí realizado, completo. Katy mi enamorada era la mujer
perfecta, cristiana, dulce, delicada y excelente como persona. Teníamos mil
proyectos entre ellos era casarnos tener
hijos y así alegrarnos la vida, pero realmente no sabía lo que más adelante
vendría a mi vida.
Soy chef de profesión y ella me seguía los pasos para ser igual o mejor
que yo. Hasta que un 14 de mayo a dos días de nuestro aniversario en una
discusión fuerte Katy decidió dejarlo y renunciar a todo. Se me salió el alma
del cuerpo, para mí la vida no tenía sentido, en los días posteriores comencé a
desarrollar un resentimiento en contra de Dios. Volví a transitar esos lugares
que tanto me hacía recordar a ella, esto fue demasiado para mí. Tantas promesas
aquellos vídeos que estaban sin editar imagínense tal desprendimiento no era
digerible por cualquier lado que lo miraras, la angustia, la impotencia y la
lamentación se apoderaron de mí, no Salí de mi habitación por varios días,
recorría mi casa como un fantasma pasaba largas horas mirando nuestra fotos,
hasta que entre en una depresión que me mantuvo encerrado por días, por
necesidad económica volví a trabajar, pero el problema de la depresión y el
sufrimiento continuaba en mí.
Un día cuando regresaba del trabajo decidí quitarme la vida porque ya no
soportaba más, aun siendo cristiano no entendía nada de la vida y sentía la
muerte mucho más familiar, cuando me pare a orillas de la pista para quitarme
la vida, sentí un frío y alguien que me decía que no lo haga pero no había
nadie pero si sentí su presencia de Jesús y me acorde de unas de las tantas
canciones que le he dedicado a él. Desistí de lo estaba haciendo y luego de ese
momento me sentí diferente còmo si me hubieran echado un baldazo de agua fría
que me hizo reaccionar. La esperanza de volver a encontrarme con mi viejo
volvió a mi corazón aùn lo extraño, es parte de mi vida y lo llevo en mi
corazón.
Empiezo una nueva vida con Jesús y sigo confiado en que el Señor pronto me dará una salida total a mi angustia.
Empiezo una nueva vida con Jesús y sigo confiado en que el Señor pronto me dará una salida total a mi angustia.
Autor: Raùl Cornejo Robles.
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