domingo, 6 de abril de 2014

DAVID ALCANTARA A LA ALCALDIA DE CASMA


DAVID ALCANTARÁ, 

UN CANDIDADO A LA ALCALDIA DE

 CASMA



El Dr. David Alcántara Maguiña junto a los niños de Casma.

Saludo a la población casmeña, soy el Dr. David Alcántara Maguiña que cursó estudios en el Colegio Nacional Mariscal Luzuriaga, aún recuerdo a la profesora Estela Roca, Noemi Loyola, al profesor Serrano, entre otros que me han apoyado para mi carrera profesional.

Fui becado en 1,994 con el premio a la excelencia y tuve la oportunidad de emigrar a la ciudad de Trujillo y dada la situación económica para muchos de nosotros en esos años tuve que ingresar al curso de Administración de Empresa para luego ingresar a Medicina que era mi sueño, pero tenía que tener dinero y para ello trabajé en el Puerto Casma en la pesca, manejando motocar y juntar dinero para pagar el curso de medicina en la Universidad “Faustino Sánchez Carrión” de Huacho en donde ingresé en el primer lugar, posteriormente me trasladé a la Universidad Nacional “Federico Villareal” de Lima.


El Dr. David Alcántara con los niños de Yaután en la Navidad del año 2,013.
Recuerdo que tuve un curso en la universidad de Huacho que me inspiró y motivo a estudiar. Allí aprendí a que cuando uno estudia puede lograr lo que desea y sí uno  tiene un problema debe hablar, y eso fue lo que hice. Eso me motivó que visitara todas las embajadas extranjeras de Lima, entre ellas la de USA, Brasil, Rusia entre otras en busca de una beca de estudios, tenía que buscar una oportunidad y  estaba seguro que lo lograría. Y tuve la oportunidad de lograrlo a falta de uno, dos, una de Rusia y de Brasil. Tuve que decidir, la primera me pedía $ 5,000 dòlares que sumado al idioma que no sabía no era posible, entonces opté por la de Brasil que solo me pedía $ 2,000 dólares y aunque el idioma portugués no lo conocía lo podía aprender rápidamente porque es un idioma de origen latino.
Entonces tomé la decisión de viajar, comunique a la Sra. de la pensión que me retiraba e inmediatamente viaje a Casma, y llegué a mi casa a eso de las 7.00 de la noche, mi padre al verme con mi maleta en la mano se asustó y me preguntó si  había pasado algo malo o si había embarazado a una chica, les dije que no, que la razón de mi llegada era para comunicarles que había obtenido una beca de estudios en una universidad del Brasil, y estaba decidido a viajar para estudiar y necesitaba su apoyo. Logramos juntar los $ 2,000 dólares y el Dr. Luis Chero Maldonado se encargó de la Visa, el pasaporte y demás documentos que tenía que llevar. De este dinero $ 1,000 dólares era para la universidad y el resto del dinero  para cubrir el pasaje y mi estadía en la universidad.


Navidad con los niños del Centro Poblado de Cachipampa.


Cuando llegué al aeropuerto de Rio de Janeiro el taxi me cobró $ 100 dólares, el alquiler de un cuarto costaba entre $ 200 a 300 dólares y no  conocía a nadie. Y la verdad me asusté,  sí hacia uso del poco dinero que aun tenia no me alcanzaba para vivir ni un mes. Preocupado por mi situación económica precaria, no me quedo otra alternativa que buscar apoyo y gracias a Dios, un trabajador de la universidad que laboraba en la acopiadora comprendió mi situación y me llevó a vivir a su casa que quedaba en una “favela” lo que aquí se llama asentamientos humanos, y se ubicaba muy cerca de la universidad, uno de ellos me preguntó un día qué cómo yo estudiaba medicina, si esa carrera era solo para hijos de ricos, les dije que yo era un estudiante becado y de modesta condición económica. Me comprendieron y me dieron todo su apoyo, y poco a poco fui aprendiendo el idioma portugués de tanto ver novelas de la televisión y leer periódicos.

Estudie junto  a chilenos, bolivianos, paraguayos y ecuatorianos, en donde  la mayoría de ellos eran hijos de empresarios millonarios que recibían su apoyo mensual y vivían en departamentos lujosos. Cuando me invitaban a almorzar o a sus reuniones de estudio no podía asistir porque no tenía dinero para los pasajes y menos para el almuerzo, y peor para ir a fiestas. Nunca se enteraron que yo iba a pie ida  y vuelta a la universidad porque yo vivía cerca y me cocinaba casi siempre arroz con huevo frito, ya que yo me compraba cajas de huevo para consumirlos en forma diaria.
Cuando pasé al segundo año y era el mejor alumno de mi clase, mis compañeros de estudios comenzaron a llevarme a sus casas en sus coches o me pagaban el pasaje para que les ayude en sus clases, y sobre todo en las prácticas, allí podía comer carne a mis anchas lo que en meses no probaba. A partir de este año comencé a ganar $ 250 dólares mensuales, en el tercer año ingrese a una empresa como médico de los trabajadores y en el cuarto año comencé a trabajar como médico de práctica y a partir de ese año pude apoyar económicamente a mis padres, y después de cinco años pude regresar a mi patria el Perú a visitar a mis padres y demás familiares. Recuerdo que en aquel entonces el pasaje costaba $ 1,500 dólares.


Mi especialidad de médico cardiólogo me llevó a trabajar en el Instituto de Cardiología de Río de Janeiro, demás soy médico de pacientes graves. Al final me gradué y recibí mi título que ostento con mucho esfuerzo de médico cardiólogo.  



Nota: Este es un  texto borrador...


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