¿Qué
hacer si tienes un hijo gay, lesbiana o trans?
Por
Vero Ferrari
Activista
LGTBI
De pronto se entera que
tiene un hijo o hija lesbiana, gay, transgénero, bisexual o intersexual, ¿qué
debe hacer? ¿Cuál debe ser su primera reacción?
Lo primero que tiene que
hacer es pensar que sigue siendo su hijo o hija, que nada ha cambiado en él o
ella, que es la misma persona que vio nacer y crecer, a la que le cambió los
pañales, a la que le dio de comer en la boca
de pequeñx, a quien acompañó a su primer día de escuela, a la que usted ama y
por la que daría su vida, y quien cree que usted es su héroe por sobre todas
las cosas. Que ame a personas del mismo sexo no significa que de repente se
haya vuelto un ser malvado, sin escrúpulos o un enfermo sexual, su hijo o hija
siguen siendo los mismos, con las mismas inquietudes, los mismos sueños, los
mismos talentos y las mismas ganas de ser feliz y progresar.
Ámelo. El mundo ya va a ser
suficientemente hostil con él o ella para que usted también sea parte de esa
hostilidad.
Infórmese. Se han
dicho tantas cosas falsas de las personas LGTBI que se necesita mucha educación y un fuerte cambio
cultural para que los prejuicios, estereotipos y estigmas que han recaído sobre
nosotros dejen de funcionar.
Converse con él o con
ella. Lo primero que tiene que saber es que nosotros, para no enfrentar
discriminación y violencia, ocultamos lo que somos y solo nos liberamos cuando
nos sentimos seguros. Vivir así toda la infancia, la adolescencia y la juventud
no es bueno, nosotros queremos contarles sobre nuestro primer beso, nuestro
primer amor, nuestro primer novix y la primera vez que nos rompieron el corazón.
Y muchas de estas historias están vedadas y ustedes recién se enteran cuando ya
es demasiado tarde, cuando tal vez ya no los necesitamos. No permita que sus hijos no lo necesiten en sus momentos de dolor y
desconsuelo, sea un refugio, un sostén y un apoyo en cada momento de su vida, y
en los momentos felices también esté presente para que guarde su sonrisa
siempre en su mente. Acompáñelo en sus triunfos y también en sus derrotas.
No le prohíba estar con
otras personas LGTBI. Estas personas, para su hijx, serán tal vez el único consuelo que tenga frente a una sociedad y
una familia que lxs rechaza. Las y los amigos se convierten en nuestra familia
frente a la hostilidad que encontramos en casa, en la escuela y en las calles.
Prohibirnos estar con personas como nosotrxs nos aísla y nos hace presa de la
soledad y la depresión, nos quita referentes en los cuales mirarnos, y nos hace
crecer llenos de desesperanza.
No le corte el cabello. Para
muchas personas LGTBI, el cabello es parte de nuestra identidad, de lo que
somos y de a dónde pertenecemos, si usted castiga a sus hijxs de esa forma,
estará generando dolor y desarraigo hacia su identidad. No haga que nos
avergoncemos de los que somos, pero sobre todo, no hagan que nos avergoncemos
de ustedes.
Actualidad
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