14 DE FEBRERO UN DÍA
INOLVIDABLE
Vista del Penal de Yanamayo, ubicado en Alto Puno |
Han trascurrido 22 años desde aquel viernes 14 de
febrero del año 1994 – “Día de San Valentín” - en que fui
detenido en la plaza de armas de mi ciudad, Casma – Ancash. Me capturaron
porque tenía una requisitoria judicial que desde el Cusco existía contra mi
persona de unos hechos ocurridos en el año 1986.
Todo sucedió muy rápido y fui encarcelado, llevado
primero a Chimbote en donde me tomaron mi manifestaciones de ley, luego fui
trasladado a Lima y depositado en la Carceleta del Palacio de Justicia en donde
estuve recluido por más de tres meses, hasta que tuvimos que organizar un “Motín” para que nos trasladaran a un
penal y nos juzgaran. Sucedió que con motivo de las Elecciones Generales del
año 1985 esa tarde y noche el subterráneo del Palacio de justicia fue
abarrotado por personas requisitoriadas que fueron capturados al momento de la
salida de sus centros de votación y llevadas a éste lugar que solo podía
cobijar a lo mucho unas 150 personas. Al día siguiente nos vimos en medio de un
infernal mundo de gente atiborrada que
dormía en los baños, en los pasadizos, todo pestilente e inhumano.
Una madrugada en forma inesperada fui trasladado del Palacio de Justicia por una de sus
salidas, me subieron a una camioneta y me llevaron rumbo al Aeropuerto
Internacional “Jorge Chávez” bien
custodiado por dos policías bien armados con fusiles AKM con destino hacia el
Cusco. Al llegar a la Ciudad Imperial al bajar del avión me subieron a una
furgoneta de la policía encapuchado y enmarrocado, me subieron en peso a bordo
y en el trayecto del Aeropuerto hasta el Penal de Q’encoro me maltrataron con
la cacha de los fusiles golpeándome la
cabeza y partes del cuerpo. Aquí permanecí alrededor de tres meses, conviviendo
con los presos “especiales” y al ser sometido a juicio un “Tribunal sin Rostro” me sentenció a seis años de condena.
Posteriormente un 23 de agosto del año 1994 fui
nuevamente trasladado en forma sorpresiva, sacado de mi celda a las cinco de la
mañana y llevado al Penal de Máxima Seguridad como es Yanamayo. Al llegar a
Aeropuerto Internacional “Manco Capac” de Juliaca al ser conducido en una
camioneta 4x4 y protegido por dos camionetas que custodiaban la caravana del
Coronel director del Penal a cargo del
operativo éste le pregunta al oficial
que estaba a cargo de mi traslado: ¿cuántos
años le han dado a este preso?... a lo que el oficial responde: ¡a seis años de condena¡¡¡ mi coronel,
éste mueve la cabeza y me mira, y con una sonrisa socarrona señala: ¿ah yo recibo presos de 10 años para arriba…jejeje.¡¡¡
Aquí me volvieron a juzgar nuevamente cuatro
años después, un “Tribunal con rostro” esta
vez fue el que me rebajó la condena a cinco años de prisión que los cumplí al
interior del Penal de Yanamayo en donde estuve recluido por cerca de 4 años,
por el supuesto delito de “Apología” de “terrorismo” en favor del grupo
subversivo MRTA. Gobernaba el país, el dictador Alberto Fujimori Fujimori.
En todo este tiempo trascurrido de mi vida que
estuve recluido en el Penal de Máxima Seguridad como es Yanamayo, recibí el
trato adecuado de mis compañeros de prisión como es del MRTA en donde conviví
con ellos cerca de medio año, y en particular la memoria del compañero Américo
Gilvonio Conde, Jaime Castillo Petrozzi, entre otros que se me escapan de la
memoria, al igual que de los denominados “Presos
Independientes” con quienes pasé la mayor parte de mi prisión, cómo olvidar
a Alberto Seminario, Hugo Condori Mollocondo, Dionisio Condori Mamani, Cesar
Ávila, René Bustios, Augusto Tutacano, entre otros. Pero a quien le debo dar un
trato especial y reconocimiento es a mi
compañero y amigo: Christian Iñapi Ramírez, con quien pasé la mayor parte de mi prisión en Yanamayo. De igual manera las autoridades penitenciarias siempre me
dieron un trato especial en mi condición de comunicador social y escritor.
En todo este tiempo las condiciones de vida al
interior del penal eran extremas al comienzo todos los 450 presos que
convivíamos sólo teníamos derecho a media hora de uso de patio que después de
cerca de un año se fue ampliando, primero a una hora, luego medio día, para al
final de mi condena disfrutar de todo el día del patio exterior que significaba
tener patio de 8.00 de la mañana hasta las 5.00 de la tarde. Beneficio que
abarcaba tanto a presos clasificados en “Alta”, “Media” y “Mínima seguridad
Especial” que disponía la ley. Se servía el desayuno a las 7.30 de la mañana,
el almuerzo a las 12.30 del mediodía y la cena a las 7.30 de la noche. Al
interior de cada pabellón se cerraba las celdas a las 8.00 de la noche, y las
luces de todo el penal se apagaban a las 10 de la noche en punto.
Los alimentos eran preparados por un equipo de
“cocineros”, que eran presos comunes traídos del penal de “La Capilla” que cumplían el papel de prepararnos los
alimentos, pero supervisados por un profesional en nutrición que era
remunerado por la “Cruz Roja
Internacional” ente que supervisaba el tratamiento adecuado a los presos de
este centro penitenciario. Los alimentos eran distribuidos por los propios
delegados de cada uno de los pabellones, quienes salían del interior del penal
hacia la puerta para probar y recoger la “paila” que esperaba su traslado. En
caso no estaba bien preparada la comida, los delegados se ponían de acuerdo y
la rechazaban, ya sea por falta de cocción, sal o el arroz mal cocido, etc. Y
tenía que ser cambiado por otros alimentos ya sea frutas, pan o ensaladas.
Cuando sólo faltaba un día para la obtención de mi
Libertad, sucedió un hecho que fue noticia nacional: Los Presos de Máxima
Seguridad, correspondientes al Pabellón de los denominados “Proseguir” se
amotinaron en la segunda planta del penal, causándole la muerte – según se supo
después – a un oficial que intentó repeler la acción. Todo el Penal fue
acordonado de policías y fuerzas especiales que al final después de tres días
fue socavado y llegó la normalidad. En estas condiciones el Director del penal
renunció. Yo tenía que haber obtenido mí
ansiada Libertad el lunes 14 de Febrero del año 2000, pero con estos
hechos recién salí el miércoles 17 de febrero, porque no había director que
firme mi boleta de Libertad.
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