Manifiestan algunos entendidos que existe una realidad concreta y una realidad inexistente, es decir; inventada.
La realidad concreta es aquella sensible, operante, diaria, sufrida, austera, inoportuna, exigua, la necesitada, la que vivimos en el día a día absolutamente todos, ricos y pobres, derechos y zurdos, altos y bajos, negros y amarillos, blancos y mulatos, inútiles y útiles, en fin, a quienes le gusta perder el tiempo en estos circunloquios y a quienes nos gusta ver la realidad como es.
La realidad inexistente, el sueño sin razón, la desorganización, el caos, la palabra fácilmente suelta, el verborreo inescrupuloso, la sicaria concepción hienal de que la vida es una carroña y hay que arrancarla, lo más fácil, el pensar de la gente por el corrillo, el chisme y la sin razón por la que incluso nos indignamos y peleamos. Combate, Magaly, Facebook mal entendido y usado, la Laptop como medio de estos males y no como solución, la vida amigos, se desenvuelve entre realidad e irrealidad, entre verdad y mentira, entre correción e incorreción. Nosotros decidimos. SI SOMOS UNA NAVE PERDIDA O LA DE LA ERA DILUVIANA QUE NOS HIZO AMANECER CON UNA HISTORIA SIN FIN, IRREDENTA, ÚTIL, E IMPERECEDERA.
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