LOS COMETAS
Observar un cometa en el
firmamento sideral nocturno, no es cosa de todos los días, pero yo tuve la
suerte de contemplarlos, hecho que volvería a repetirse años después. Confieso
que han sido los cometas y los incendios los que más me han asustado y deslumbrado
a la vez en mi niñez y adolescencia.
Fue el año de mil
novecientos sesenta y nueve que se anunció por los periódicos y los noticieros
radiales la aparición del Cometa “Bennett” por los cielos del continente
sudamericano. Se anunciaron días y horas de avistamiento nocturno, como era de
esperar, mucha gente se apostó en lugares adecuados y así logramos
avistarlo a plenitud.
En este caso yo tenía unos
quince años de edad cuando lo observé en el Cerro “La Virgen”, cuando eran
aproximadamente las tres de la madrugada, junto a mis hermanos y amigos más
cercanos quienes dormimos esa noche sobre el techo de la capilla que en ese tiempo había en
el cerro, en honor a “Santa María
Magdalena”, Patrona de Casma.
Años después, en mil
novecientos ochenta y seis, concretamente el nueve de febrero, tomé el tren a
las cuatro de la madrugada, en la Estación de Santa Lucía, provincia de Lampa
–Puno, rumbo a la ciudad de Arequipa; era una madrugada límpida, serena que
podíamos divisar por las ventanas del vagón que iba atestado de pasajeros,
cuando sorpresivamente por una de las ventanas del lado derecho, apareció la
figura fulgurante del Cometa “Halley” que estaba anunciada su llegada a la
tierra semanas antes, por la prensa nacional.
Se armó el despelote en el
vagón cuando la mayoría dormía, todos querían observar por ese lado de la
ventana al cometa que corría de este a oeste, con una gran cabeza brillante y una cola muy larga
que iluminaba el firmamento., cuando ya el tren se acercaba a las faldas del
volcán “Misti”, cuya vía férrea rodea el volcán de derecha a izquierda, antes
de llegar a la “Ciudad Blanca” de Arequipa.
En ese instante toda la
gente de los vagones se despertó, y nos
volcamos hacia ese lado de las ventanas. Todos queríamos observar esta maravilla
del universo que solo es posible contemplar cada 75 años en la vida, y así fue
a pesar de la estrechez de las ventanas del viejo tren que nos llevaba a
nuestro destino. Este espectáculo sideral duró más o menos una media hora hasta
de pronto desapareció de nuestro ojos.
Fue una experiencia
inolvidable que jamás podré olvidar.
Nota.-
El Cometa Halley
El cometa Halley,
oficialmente denominado1P/Halley, es un cometa grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada
75-76 años en promedio, aunque su período orbital puede oscilar entre 74 y
79 años.2 Es uno de los mejor conocidos y
más brillantes cometas de "periodo corto" del cinturón de Kuiper.
Halley es el único de período corto que es visible a simple vista desde la Tierra, y también el
único cometa a simple vista que quizás aparece dos veces en una vida humana,
por lo que del mismo existen muchas referencias de sus apariciones, siendo el
mejor documentado.
El regreso del Halley al interior del
Sistema Solar fue observado y grabado por astrónomos desde por lo menos el año
240 a. e. c. Claros documentos de las
apariciones del cometa fueron hechas por los cronistas chinos,
babilónicos y los europeos medievales, pero no fueron
reconocidas como reapariciones del mismo objeto en ese entonces. El período
orbital del cometa fue determinado por primera vez en 1705 por el astrónomo inglés Edmond Halley, ahora nombre designado para el
astro. Se le observó por última vez en el año 1986 en
las cercanías de la órbita de la Tierra, y su próxima aparición ocurrirá a
mediados de 2061.
Durante su aparición en 1986, Halley se
convirtió en el primer cometa para ser observado a detalle por naves
espaciales, proporcionando la primera información de observación sobre la
estructura de un núcleo cometario y el mecanismo de formación del coma y la
cola. Esas observaciones apoyaron un número de hipótesis antiguas sobre la
construcción del cometa, particularmente el modelo de «bola de nieve sucia» de Fred Lawrence Whipple,
que correctamente predice que Halley estaría compuesta de una mezcla de hielos
volátiles (como agua, dióxido de carbono y amoníaco) y polvo. Las misiones también proporcionaron
información que esencialmente reformaron y reconfiguraron esas ideas. Por
ejemplo, ahora se entiende que la superficie de Halley está en gran parte
compuesta por polvo, materiales no volátiles, y que sólo una pequeña parte de
ella está cubierta de hielo.
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